[vc_row][vc_column][vc_row_inner][vc_column_inner][vc_column_text]Flaminia Giovanelli está al frente de la subsecretaría del Dicasterio de Desarrollo Humano de la Santa Sede. Fue la primera mujer laica en ocupar tan alto rango en la curia vaticana. La tarde del jueves 10 de enero, Flaminia Giovanelli visitó la Universidad Miguel de Cervantes para conversar sobre el Rol y participación de la mujer en la Iglesia Católica. La conversación coordinada por la Vicerrectoria de Extensión y Vinculación con el Medio de la UMC se realizó en el auditorio Bernardo Leighton y contó con la asistencia del Rector Gutenberg Martínez, de la ex Ministra y Senadora Sra. Soledad Alvear, del ex Director de la OIT y actual Director de la Academia Diplomática Sr. Juan Somavía, del Subsecretario de Relaciones Exteriores Sr. Edgardo Riveros, la alcaldesa de Peñalolén Sra. Carolina Leitao, Directores de Carreras, estudiantes y público en general.[/vc_column_text][vc_images_carousel images=\”3725,3726,3727,3728,3729,3730,3731,3732,3734\” img_size=\”500×500\” onclick=\”link_no\” speed=\”3000\” autoplay=\”yes\” wrap=\”yes\”][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text]La Sra. Flaminia trabaja 43 años en el Vaticano, tiempo que le ha permitido ser testigo de los cambios en las administraciones vaticanas. Con un estilo muy coloquial desarrolla algunas ideas sobre el tema de la participación de la mujer en el vaticano. El primer dato que ilustra en su exposición es, que el 20% de los cargos son ocupados por mujeres y la mayoría, en trabajos auxiliares. Los puestos de mayor relevancia dirigidos por mujeres son tres subsecretarías. En este sentido, “la participación femenina ha aumentado. Ese 20% representa una 800 mujeres colaboradoras en la gestión vaticana, entre ellas hay muchas religiosas consagradas y bastantes laicos”. El Papa Francisco ha dicho que hay que dar mayor relevancia en la Iglesia al rol femenino, y es en esa línea que acaba de nombrar 2 nuevas subsecretarias.
Flaminia destaca la primera Asociación Femenina de la Santa Sede denominada, “Mujeres del Vaticano”, que agrupa a las empleadas del Estado del Vaticano y de todas las instituciones dependientes de este. La asociación es dirigida por la periodista de Radio Vaticano, Tracey McClure, y tiene por propósito “crear una red de amistad, de intercambio y de solidaridad” y “prestar atención a las mujeres menos afortunadas para consolar su sufrimiento”. También expone sobre la importancia de que existan medios que difundan mensajes dirigidos a la mujer, tal es el caso del Diario El Observatorio Romano que tiene una sección dirigida a la mujer que se denomina “Mujer, Iglesia y Mundo” periódico que dirige la periodista Giovanni María Vian y que está orientado a tratar temas de mujeres en su relación con la Iglesia y su acción solidaria.
Otro aspecto que destaca en su conversación con el público tiene que ver con el rol que realizan las congregaciones de religiosas en el continente africano la mayoría misioneras, mujeres apóstoles al servicio de los demás. “Existe en ellas una gran actitud de solidaridad, acogida y apertura”.
Sobre el futuro, Flaminia resalta, “Habría que ser más creativos en abrir más temas a las mujeres, tales como el acompañamiento espiritual, una cosa que las mujeres hacen muy bien en particular las religiosas. Esto habría que reconocerlo…” “Otro camino donde las mujeres pueden ser un gran apoyo es en la liturgia. Ya lo hacen muchos laicos…”. También ya existen mujeres en la enseñanza en los seminarios en la formación de futuros sacerdotes. Existen muchas mujeres teólogas que enseñan en seminarios.
Desde el punto de vista de la gestión, indica que el Pontificio Consejo organizó dos grandes conferencias para las mujeres. Una fue “Mujer y Derechos Humanos y la otra sobre los Objetivos del Desarrollo del Milenio. “Estas conferencias representan un aporte y contribución de las mujeres católicas al tema”
Finalmente, remarca que “La mujer puede apoyar mucho en la reconciliación entre los estas dos visiones del mundo católica de los que están por la ética de la vida y los que están por la ética de la justicia social. En este sentido soy una firme pensadora de que no hay derecho social si no hay vida y en ese sentido propongo la reconciliación entre ambas”
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