Lorenzo Moya

“Nació en Paine, Chile el año 1967. Estudió pintura de figura humana en el Instituto de Arte Contemporáneo en 1984. ingresó a la carrera de Arquitectura en la Universidad Católica de Chile en 1985, y entre 1986 y 1990 estudió Licenciatura en Arte, con mención en pintura, en la Universidad de Chile.

La temática de su obra pictórica, de preferencia en acrílico sobre tela, evolucionó desde la figura humana a los paisajes, preferentemente marinos, siguiendo un estilo figurativo ingenuo y surrealista. El artista crea mundos enigmáticos y lúdicos donde aparecen barcos suspendidos en horizontes calmos, personajes austeros y solitarios en medio de la naturaleza que evocan nostalgia, precariedad y temor ante una amenaza latente pero indefinida.

En sus cuadros, lo onírico pasa a ser algo silencioso y lejano que transcurre convirtiéndose en una mezcla de misteriosa poesía en una imagen, representada en una visión transgresora caracterizada por una mirada que busca la sorpresa en cada detalle.   El artista nacional Lorenzo Moya ha expuesto en forma individual en centros culturales de Santiago y Estados Unidos, y participado en diversas exposiciones colectivas, por ejemplo, en: Argentina, España, Holanda, Ecuador, Estados Unidos, Brasil y Perú. A lo largo de su carrera, Lorenzo Moya ha obtenido numerosas distinciones, entre ellas, la Beca Amigos del Arte, el primer lugar en el Concurso de Murales de la Asociación Chilena de Seguridad, una Mención Honrosa en la Bienal de Buenos Aires, el Primer Lugar en el concurso Enersis “Energía y Luz”, el Primer Lugar en el Concurso Nestlé y el Premio Alcatel, Amigos Del Arte.

Fue seleccionado para participar en el Concurso “Si la Tierra hablara” para exponer en el Museo de Arte de las Américas en Washington D.C, Estados Unidos. “Vivo rodeado de paisaje, no solo el campo, para mí todo es un paisaje… la cordillera la veo todos los días y evidentemente influye en mi pintura como actor principal. La mayoría de los lugares que pinto existen, y el estado en algún momento ahí, además de pintar en ese mismo lugar es una experiencia muy intensa, una especie de conexión directa “.

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